Los problemas del vecindario son más comunes de lo que imaginamos. Generalmente pensamos en el ruido, pero las otras formas de molestias (olfativas, …) pueden estropear la vida cotidiana. ¿Qué hacer frente a estas situaciones? ¿Cuáles son los derechos como vecino? ¿Quién puede ser apoyado en estos pasos?

Problemas de vecindad: la noción de molestias

Los trastornos de diferentes naturalezas pueden provenir del vecindario. Molestias sonoras, olfativas, …

Hablaremos de molestias cuando la situación va más allá de un simple inconveniente, en proporciones o en una frecuencia inusual, más allá del marco de una actividad normal y la vida en comunidad.

Las principales molestias

Contaminación acústica

El principio

La contaminación acústica es, con mucho, el problema del vecindario más frecuente, particularmente en el contexto de proximidad vinculada a la organización de viviendas urbanas.

¿Cuándo hablamos realmente de ruido? Los ruidos se consideran molestias para el vecindario, ya que son excesivos, repetitivos o si se extienden en el tiempo.

Además, si estos mismos ruidos, que son producidos conscientemente por el vecino, tienen lugar entre las 22h y las 7h de la mañana, se llama "raqueta nocturna", un delito que se castiga con una multa.

Atención ! Estas molestias solo constituyen un delito si se consideran "anormales" y un agente jurado las encuentra.

El caso del "ruido doméstico"

La actividad diaria genera ruidos, entre los cuales se encuentran los llamados ruidos "domésticos" que provienen de la actividad de los vecinos o sus equipos (televisión, ventilación, etc.).

Por lo tanto, cualquier ruido no se considera una molestia penalmente reprensible. Los jueces han definido una serie de ruidos que no están relacionados con el ruido porque están relacionados con una actividad de la vida normal: los pasos de los niños que viven en el apartamento de arriba, el golpe de puertas, el uso razonable de un instrumento musical, discusiones tardías, etc.

Molestias olfativas

La molestia generada por los olores puede constituir un trastorno anormal del vecindario. Este será particularmente el caso del uso de una barbacoa, la acumulación de residuos, …

Para este caso específico, es posible contactar al servicio municipal de salud e higiene para obtener asesoramiento. Un inspector de salud también puede ser obligado a venir y apreciar la existencia y el alcance del trastorno.

¿Cómo actuar en caso de trastorno del vecindario?

1. El paso para no descuidar: informar al vecino interesado e intercambiar

Antes de comenzar cualquier otro paso, lo primero que debe hacer es comunicarse con su vecino. Quizás este no sea consciente de las molestias que genera. (ejemplo: bricolaje los domingos, etc.).

Muchas situaciones encontrarán una solución a través de esta única fase de diálogo (por ejemplo, vecinos conscientes, propuesta de trabajo de aislamiento acústico, etc.).

La búsqueda de conciliación puede ser directa (entre el vecino avergonzado y los vecinos ruidosos) o indirecta (por el fideicomisario de copropiedad, un mediador especializado en disturbios en el vecindario, etc.). En el segundo caso, el enfoque será más objetivo y, de hecho, probablemente mejor aceptado. Un simple aviso puede convencer a los vecinos demasiado ruidosos como para silenciarlos.

A saber : los ayuntamientos ofrecen un servicio de mediación gratuito para los problemas del vecindario.

2. Formalizar las cosas en caso de molestias persistentes.

Si los problemas del vecindario persisten y, a pesar del intento de llegar a un acuerdo amigable, no se observan cambios significativos, será necesario formalizar el problema enviando una carta certificada con acuse de recibo al vecino en cuestión.

El correo debe informar los hechos encontrados, la búsqueda de conciliación y notificar al destinatario para detener la molestia en cuestión.

Este envío puede rastrear el proceso y la fecha.

A saber : las reglas de copropiedad pueden contener reglas para proporcionar una base textual para la acción contra las molestias (por ejemplo: prohibir el almacenamiento de residuos domésticos, el uso de barbacoa, etc.).

El consejo : todos los elementos que dan testimonio de los problemas del vecindario deberán conservarse para producirse en caso de litigio.

3. Cuando el procedimiento de acuerdo mutuo no funciona: la determinación del delito y la infracción

Si el procedimiento de acuerdo mutuo no funciona, la cuestión de los vecinos ruidosos dará un giro criminal. Entonces es necesario que el delito sea registrado por un agente jurado, un agente judicial, la policía municipal o la gendarmería. Estos agentes redactarán un informe y los vecinos ruidosos están expuestos a una multa fija de 68 euros.

4. La fase judicial.

Cuando el hallazgo formalizado de la molestia no ha permitido ponerle fin, es posible presentar una queja y apelar ante el tribunal judicial, que, más allá de una multa mucho más disuasoria (hasta 450 euros ) puede castigar a los vecinos ruidosos pagando daños.

La responsabilidad del arrendador en el caso de un inquilino ruidoso

El arrendador tiene la responsabilidad de por vida de los vecinos del alojamiento alquilado en caso de disturbios en el vecindario. Tiene el deber de detener cualquier problema que pueda causar su inquilino.

Los diferentes pasos de resolución de problemas del vecindario mencionados anteriormente pueden aplicarse a la relación propietario / inquilino. La especificidad de este procedimiento será su propósito aquí ya que el arrendador puede solicitar la terminación judicial del arrendamiento del inquilino.

A saber : además de la multa, el juez puede exigirle al vecino ruidoso que comience a trabajar para reducir los litigios molestos (ejemplo: instalación de piso de alfombra, etc.).

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  • Noche: ¿qué hacer con vecinos ruidosos?
  • ¿Hay derecho a trabajar los domingos?
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