La depresión no es un mal nuevo, sin embargo, hablamos de ello cada vez más. De hecho, el número de casos de depresión en el trabajo o agotamiento continúa disminuyendo. Trabajadores, ejecutivos, empleados: la depresión afecta a diferentes categorías socioprofesionales.

Depresión en el trabajo: los signos

¿Cuáles son los signos que deben alertar? ¿Sientes una fatiga inmensa? ¿Su motivación está en su nivel más bajo, por lo que levantarse por la mañana para ir a trabajar se convierte en un desafío diario? ¿Eres fácilmente irritable? ¿Te estás alejando del trabajo cada vez más? No ignore estos signos.

De hecho, se encuentran entre los signos más llamativos:

  • gran fatiga
  • dificultad para levantarse cada mañana
  • irritabilidad en el hogar o con colegas
  • abstinencia (la necesidad de aislarse)
  • falta de motivación
  • dificultad para concentrarse
  • más y más pensamientos negativos
  • sentimiento de fracaso

Causas

Las causas de la depresión en el trabajo son muchas, pero el contexto en el que operamos juega mucho. El mercado laboral se está volviendo cada vez más competitivo. La carga de trabajo aumenta y con ello el estrés. La crisis económica, el miedo a los despidos, el desempleo acentúan este sentimiento de inseguridad que algunas personas experimentan.

La crisis económica juega un papel importante en las causas de la depresión en el trabajo.

Los especialistas explican, por ejemplo, que ayer, los empleados, en caso de dificultades, se enfermaron. Hoy toman tranquilizantes. Incluso si la recuperación está en marcha, poco a poco, el contexto económico actual, siendo siempre un poco frágil, juega un papel en la depresión en el trabajo:

  • reubicaciones
  • miedo al desempleo
  • competitividad feroz a nivel corporativo que impacta en los empleados
  • presión permanente de algunos gerentes o proveedores
  • más carga de trabajo pero menos empleados, por lo que menos empleados
  • Diversas tensiones y agresiones (gerentes, proveedores de servicios)
  • acoso
  • jubilaciones tardías
  • planes sociales
  • sentimiento de injusticia
  • condiciones de trabajo que se deterioran
  • fusiones y adquisiciones que impulsan cambios en la cultura corporativa

También se debe agregar que la personalidad de los empleados también juega: el perfeccionismo, una tendencia a la ansiedad puede hacer que ciertas personas sean más vulnerables. Son estos empleados los que tienen mayor riesgo de depresión en el trabajo.

Las consecuencias

Desde el estrés hasta el agotamiento o la depresión, solo hay unos pocos pasos. Y las consecuencias pueden ser dramáticas cuando no se trata la depresión: trastornos del sueño, apetito, diversos conflictos, suicidios.

Los especialistas mencionan más particularmente:

  • trastornos del sueño
  • ansiedad
  • crisis nerviosas
  • trastornos psicosomáticos
  • trastornos cardiovasculares,
  • trastornos del ritmo cardíaco

La depresión en el trabajo también afecta la economía de nuestro país. De hecho, los accidentes laborales tienen un impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor del 3%. Por lo tanto, la depresión en el trabajo tiene consecuencias para la vida de los empleados, sus colegas, pero también para la vida familiar y la sociedad.

El suicidio es un riesgo muy importante:

De hecho, muchos estudios muestran que el acoso moral presenta un alto riesgo de suicidio. Recientemente, los empleados han terminado su día en el lugar de trabajo. Los medios de comunicación a menudo han informado de estos casos.

Algunas señales de advertencia deberían alertar:

  • repetidos paros laborales,
  • tomando medicación,
  • tomando tranquilizantes,
  • consumo de alcohol en casa,
  • El consumo de narcóticos varias veces, lo que hace que sea más fácil hacer frente durante períodos extremos (ritmo rápido, etc.).

Debe saber que la depresión relacionada con el trabajo no es incurable. Para pasar, es necesario consultar.

Pistas para salir

El primer paso es consultar: el médico del trabajo, un ayudante sindical o su médico, no está solo. Confiar. El médico lo derivará a un especialista. Se puede hacer un seguimiento psicológico, a veces con medicamentos.

Las personas que son seguidas tienen más probabilidades de sanar, así que háblalo.

El segundo paso es hacer cambios para que pueda volver a aprender cómo vivir. De hecho, si la depresión es dramática, también permite hacer preguntas, hacer las preguntas correctas para hacer cambios positivos en su vida. Pero para eso, es necesario:

  • Sal de la negación, así que acepta su dolor para que pueda vencerla.
  • Comienza una psicoterapia
  • Cambia tus hábitos y comportamientos
  • Aprende a manejar el estrés a través de la meditación, cursos especializados.

Se trata de aprender a decir que no, conocer tus límites, saber cómo preguntarles. De hecho, cambiar de trabajo no será suficiente si comienza un nuevo trabajo y se repite el mismo comportamiento.

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