Si es difícil obtener un préstamo convencional a cierta edad, no se pierde nada. Aquellos que tienen uno o más bienes raíces pueden solicitar un préstamo hipotecario.

Una hipoteca para todos

Crédito condicional a la hipoteca de una propiedad, la hipoteca funciona de manera simple y está dirigida tanto a particulares como a profesionales. El prestatario recibe los fondos de capital o anualidades mensuales. Si el crédito no se reembolsa, la institución financiera incautará la propiedad para revenderla y recuperar su vencimiento. La ventaja es que el propietario continúa utilizando su derecho de propiedad. Y aquí no hay límite de edad.

Hipotecas

No hay uno sino hipotecas. Se enumerarán dos tipos principales según la edad.

  • Para personas mayores

Mortgage Life Mortgage y Bonded Mortgage son dos fórmulas específicamente dedicadas a personas de la tercera edad para quienes es difícil pedir prestado. Les permite obtener fondos para llevar a cabo proyectos personales o para obtener una pensión adicional. Y para obtener la mayor cantidad de dinero, es mejor esperar hasta 80 primavera. Para el crédito consolidado, hay una doble garantía, la hipoteca y el depósito. Este primero es para mayores de 65 años y el segundo para mayores de 60 años.

  • Para todos los propietarios

Las personas con múltiples créditos (bienes raíces, consumidores) pueden optar por un préstamo hipotecario llamado "mal crédito". El prestamista podrá recomprar los créditos en curso, lo que disminuirá la cantidad prestada. Verá sus pagos mensuales reducidos. La institución se asegurará de que el índice de endeudamiento no supere el 33%.

Tasas obligatorias

Como este tipo de préstamo subyace a un acto notarial, los honorarios de la hipoteca deberán pagarse. Además, los honorarios de registro de la ley, pero también los honorarios del notario y otros costos accesorios. Al final, el puntaje oscila entre 1 y 2% del monto prestado.

Fiscalidad beneficiosa

Si la hipoteca está destinada a financiar una inversión de alquiler, el prestatario puede beneficiarse de un beneficio fiscal, el de la deducción de intereses. Esto también es válido si el préstamo se utiliza para mejorar la residencia mediante, por ejemplo, la instalación de sistemas de calefacción. En este caso, el crédito fiscal es del 22%. Para el desarrollo material de una casa para personas mayores, sube al 25%.
Por lo tanto, es posible pedir prestado a cualquier edad prevista para proporcionar garantías. Y aquí la ecuación es simple, sin bienes inmuebles = sin hipoteca.

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